domingo, 12 de abril de 2009

El amor, como la comida, a veces es al paso y tiene vencimiento (Traé Pasaporte #2, preview)


Chungking Express (Japón, 1994). Int.: Tony Leung, Brigitte Lin, Faye Wong. Dir.: Wong Kar Wai. Dur.: 102'.
Viernes 17 de Abril - 22.30hs - Academia Montpellier - Jujuy 671 - Marcos Juárez.

A veces el entusiasmo que queremos transmitir en este blog por ver una película desconocida nos puede llevar a extremos peligrosos y quedarnos en las frases altisonantes y típicas de la crítica más impersonal, trivial o aburrida. Más aún cuando es un film como Chungking Express que a primera vista nos revoca el espíritu con colores, locura, amor por sus personajes, inventiva y poesía. Ni te digo. Salen frases como "alegría de vivir", "matar las penas de amor con más amor", y otras más bien dignas de un ciclo recordatorio de películas de Palito Ortega de los 70.

Ahí vamos. Sin temor al ridículo.

Me parece que Wong Kar Wai (o Wai Kar Wong, según se escriba, pero para ahorrar lío de ahora en adelante WKW) tiene un pire de aquellos con la cámara (y la alucinante fotografía de Christopher Doyle, inglés) y -sin temor al ridículo ya que estamos- arremete con un gigantesco videoclip de los sentimientos y la sensibilidad, vaya contradicción. O acaso el 98 % de los videoclips no son puro artificio vacío, impresionista y pretensioso?.


A pura imagen. Wong Kar Wai apela al videoclip, pero sobre todo a su locura y amor por el cine y sus personajes.


WKW mezcla la poesía con la pintura, los lápices y pinceles con la cámara y feroces cromáticos, pela travellings infernales por las pobladas calles de Joncón y nos arrastra como en montaña rusa por la historia de dos jóvenes y apuestos servidores de la ley, los agentes 663 y 223, ambos y cada uno por su lado abandonados por sus novias. Coinciden en la misma rotisería al paso donde Faye aturde y se aturde con aquel himno hippie "California somnolienta", de los Mamas and the Papas. Y destila un encanto tan extraño y alegre como esta película misma, que también tiene una rara subtrama donde uno de los canitas tristes se enamora de una dealer vestida como las femme fatales noir de los 50. Y una azafata fugitiva. Y un tipo que colecciona latas de ananá con vencimiento, íntimamente ligadas a su desazón emotiva. Y otro que se conmueve con un trapo de limpieza deshilachado y le brinda sol y aire. Y unas cuantas cosas más.


Así como pasó con los que vieron la de Kiarostami (la otra semana va otra del iraní), supongo que quienes vean Chungking Express pueden sorprenderse gratamente de descubrir a esta gente que lidia con sus bajones y tiene una reserva de amor que excede el celuloide, de la forma en que WKW, artista cumbre, lo pinta, patina, revoca, enchastra y firma. Si no, también recomendamos "Con ánimo de amar", otra joyita que confirma lo antedicho.

(Se habrá entendido algo?)

AdP


No hay comentarios:

Publicar un comentario