miércoles, 31 de marzo de 2010

"Corten! Salió perfecto!" La épica del perdedor

ED WOOD (EEUU, 1994). Dir.: Tim Burton. Int.: Johnny Depp, Sarah Jessica Parker, Patricia Arquette, Bill Murray, Martin Landau. Dur.: 127'

VIERNES 2 DE ABRIL - 23 HS - BARSOVIA (Marcos Juárez) - Entrada libre y gratuita - Servicio de Bar.
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En un mundo donde para existir hay que ser exitoso, donde para ser respetado en los círculos artísticos hay que tener el mote al menos de genio y donde para pertenecer hay que mover dinero y apariencias, el ED WOOD de Tim Burton reivindica (como prácticamente toda la obra burtoniana) los valores del outsider solitario, que con su aura dramática de perdedor y extraño al sistema continúa haciendo la suya en su propia manera de ser feliz. Véanse si no Edward Scissorhands, algunos personajes de sus dos Batman (1989 y 1992), el Ichabod Crane de Sleepy Hollow, y hasta el más reciente Sweeney Todd. No es casualidad que casi todos fueran interpretados por ese outsider dentro de la industria llamado Johnny Depp.

Tres potencias se saludan: Johnny Depp, Martin Landau (como Bela Lugosi) y el verdadero Ed Wood (abajo), con películas de madera pero a puro corazón


Edward D. Wood Jr. (1924-1978) fue históricamente considerado con el mote difícilmente glorioso de "el peor director de la historia del cine". Es muy probable que, más allá de la mediocridad de Wood, la industrialización del cine occidental y la proliferación de artistejos con pretensiones de cineastas merezca que tal cetro vaya a "peores" manos, tal como Burton y Depp pintan a un Ed apasionado, descontrolado y entregado con el mayor de los espíritus positivos a para una obra artística en la cual estará ausente el talento. Con tanto mediocre con dinero (otra constante en Hollywood), digamos que el finado Wood tendrá películas pésimas pero al menos puso el alma y el corazón. Buen plato para las sesiones cinéfilas masoquistas en el género "tan malas que son buenas", son films como "Glen o Glenda" (1953), primer avance sobre el travestismo con el mismo Wood como protagonista y amplias connotaciones autobiográficas, "La Novia del Monstruo" (1955) y la cima total del cine clase Z llamada "Plan 9 del Espacio Sideral".


Del comentario social hasta el cine de terror y ciencia ficción, la obra de Wood fue inenarrable, pero el film de Tim Burton rescata el détrás de escena y la vida del cineasta con la acostumbrada ternura con que acompaña a sus criaturas como las antes mencionadas de anteriores películas. Y donde cualquier otro guionista o director hubiera armado una parodia barata, cretina y facilonga, este duende extraño que combina a Disney con la oscuridad nos abre junto a su perenne socio Depp una nueva puerta a otro mundo bizarro (qué palabra tan mal usada y apropiada por nuestra televisión basura, por Dios) y de extraño encanto. En el elenco resalta además el veterano Martin Landau, ganador de un Oscar por su rol como un desvencijado Bela Lugosi que entra en el clan Wood.

El plus también lo da otro acostumbrado socio de Burton, el gran compositor Danny Elfman con un soundrack que recubre otra épica de TB sobre los fuera del sistema.


Andrés del Pino

domingo, 14 de marzo de 2010

Créase o no: con Van Damme al Cine Club


JCVD (2008). Int.: Jean Claude Van Damme. Dir.: Mabrouk El Mechri. Dur.: 97'.

BAR BARSOVIA . VIERNES 19 DE MARZO - 22.30 HS


Sí, hay que aceptar que suena algo así como si llevaras a un concurrido bar céntrico la última de David Lynch, es decir MUY desubicado.

Pero ocurre que, más allá de prejuicios, JCVD es un insólito producto que hurga en forma divertida y creativa en los recursos cinematográficos hasta exponer, justamente como un juego de mil espejos, los alcances del séptimo arte. Más interesante es la propuesta cuando no la protagoniza un Jeremy Irons, un De Niro o algún otro actor intenso y de escuela, sino un astro del cine de acción en plena decadencia.

Van Damme (Bélgica, 1960), surgido en un segundo plano en "Retroceder Nunca, Rendirse Jamás" (1986) se destacó a partir de allí en una hilera de títulos de cine a las patadas (El gran dragón blanco, Aguila Negra, Cyborg, Kickboxer, etc), matizada con algunos interesantes ejemplos de ficción barata (Universal Soldier, mejor aún Timecop), llegando a su tope en Hard Target, vehículo del fantástico cineasta chino John Woo para ingresar a Hollywood. Posteriormente sería dirigido por otros dos orientales como Ringo Lam y Tsui Hark, todos como Woo especialistas en la acción a raudales, y luego sobrevendría el ocaso en la taquilla. Al igual que a otro astro del cine a las piñas como Steven Seagal, de unos años a esta parte las películas de Jean Claude van derecho a video tanto en EEUU como Argentina. En beneficio del belga podemos decir que es muchísimo más tolerable como actor que el pétreo Seagal.


JCVD se perdió de superar a Stallone y Schwarzenegger porque le gustó mucho la joda. En ese sentido, JVCD (el film) es tanto un reality falso como el exorcismo de los demonios de un actor en decadencia.


Podemos sospechar que fue el lado artístico de Van Damme (que dirigió un film bastante interesante llamado The Quest) el que lo atrajo a un proyecto para "hacer de JCVD", pero sin las cegadoras luces del ego y su status. Es decir, Van Damme saliendo de una filmación, respondiendo en un juicio por la custodia de su hija, contando monedas, teniendo problemas de impuestos, huyendo a su Bélgica natal y metiéndose en una suerte de plan absurdo del destino. El proyecto que en un principio era pura comedia tuvo alguna justa vuelta de tuerca y se convirtió en un ejercicio metacinematográfico donde lo biográfico choca con lo ficticio, la acción con el drama, a JC lo calzan un par de veces, le va todo muy mal (es decir, al revés que a Fort, a este musculoso en su ridículo seudorealitly lo agarran todas las leyes de murphy juntas), y termina rompiendo y no con los puños la cuarta pared y se confiesa frente a nosotros en un monólogo que lo despega extraordinariamente de su rol de actor y de JCVD en problemas a un tercer estado, que nos demuestra los recovecos sin límites del cine para experimentar y mezclar realidad con ficción.

Como muestra baste observar detenidamente el afiche del film, donde el habitual rostro duro del protagonista casi siempre con un arma en la mano y prometiendo rosca, se troca por un semblante sombrío, casi la negación del soporte de promoción como es la publicidad y como fue Van Damme durante unos cuantos años en Hollywood.

AdP


Trailer en You Tube:

http://www.youtube.com/watch?v=4z_6UfkQ-c0

Un par de comentarios


"Una deslumbrante lección práctica sobre las dificultades de determinar el auténtico valor -que no el precio- de Van Damme como icono cultural. (...) Es posible que todo sea una elaboradísima broma, pero la conmoción es verdadera. Y la redención de Van Damme, incluso para quienes jamás le prestaron atención, es inapelable." (Jordi Costa: Diario El País)

"Este juguete posmoderno y crepuscular que es JCVD conquista a todo tipo de público, eleva a Van Damme a la galería de ídolos caídos capaces de reinventarse, y es justo film de culto automático. (...) Puntuación: **** (sobre 5)" (Jesús Palacios: Fotogramas).

lunes, 1 de marzo de 2010

Encendida en la hoguera del blues



LA ROSA (THE ROSE. EEUU, 1979). Int. Bette Midler, Alan Bates. Dir. Mark Rydell. Dur.: 125'.



VIERNES 5 DE MARZO - 22.30 HS - BAR BARSOVIA (MARCOS JUÁREZ)

Entrada libre y gratuita - Servicio de Bar


Lo más cercano que el cine pudo haber estado ficcionalmente a la vida de Janis Joplin, y por extensión al blues salvo pocas excepciones, es este intenso film que abordó en forma inspirada y no tanto guiada por hechos corroborables de la atormentada vida de la diosa blanca del blues muerta por sus excesos a los 27 años, muy cerca en fecha y a la misma edad que otros dos íconos como Jimi Hendrix y Jim Morrison.


El film nos tira de movida nomás a seguir al torbellino llamado Mary Rose Foster, ya famosa y perdidamente alcohólica y no correspondida por el mundo con su sensibilidad que en escena -junto a una gran carga de furia blusera- desparrama a sus anchas para luego vivir sin tocar tierra y tener amoríos absolutamente de paso. La gira es larga y los tropezones, caídas y remontadas son continuos, acompañados por el típico manager aparentemente comprensivo pero -serán todos así?- más cercano en espíritu a un servidor de satanás que a un empresario que "cuida" su producto.


El film fue el debut de Bette Midler (entonces 33 años) en un personaje "in your face" que pocos se animan por miedo a caer duro. Bette venía de ser apenas una cantante de buena crítica pero no mucho status, con un circuito de cabarets y cierta fama doméstica. Acá ni de cuitas la conocíamos. El tema es que tal intensidad (y crispación, temas peligrosos que pueden pasar una buena actuación al cuarto de las caricaturas) arrastra el febril ritmo de la película, en determinado momento preguntándonos hasta que punto Midler no ponía de su propia experiencia. Las críticas fueron fantásticas, Bette casi gana un Oscar y, como muchas veces pasa, el futuro no fue lo esperado y paralelamente a su carrera musical la actoral fue de regular para abajo mayormente con papeles de comedia.


Obviamente no es ni el repertorio de la Joplin ni tampoco vamos a entrar en comparaciones, pero una de las cosas sorprendentes es la adaptación de Bette Midler al blues y rock brutal de similar estilo, cuando no era el suyo en su carrera. Párrafo especial para su versión en llamas de "Cuando un hombre ama a una mujer", previo terrible monólogo sobre su propia soledad, y la cumbre final con "Stay With Me" que, será un pecado decirlo, pero está muy cerca del espíritu de la gran Janis.


En síntesis, un trip trágico pero bienvenido con muchos momentos musicales de excelencia (una suerte ya que en tantos films de este tipo nos quedamos siempre con más ganas y más aún cuando quien canta es el actor y no un soundtrack).


AdP