
CANTANDO BAJO LA LLUVIA (Singin' in the rain. EEUU 1952). Int.: Gene Kelly, Debbie Reynolds, Donald O'Connor. Dir.: Stanley Donen/ Gene Kelly. Dur.: 103' . VIERNES 7 DE AGOSTO - 22.00 hs- BIBLIOTECA LIDIA CESANELLI. 24 de Septiembre 1085
Entrada: $21. Mudanza invernal.Y sí, le hicimos caso a José Larralde y nos fuimos pal' sur, haciendo honor a la propuesta de la gente de la Biblioteca Lidia Cesanelli, que fue donde tiempo atrás naciera en su primer generación A Ojo Yeno Cine Club. Cambiamos un poco de ambiente, nos rodeamos de libros y seguimos con el placer de....mirar. Por ahí andaremos por un tiempo si todo va bien y no molestamos, así como tenemos a la Montpellier como refugio maternal que dió a luz nuestro segundo tramo a puro cine. Los esperamos a todos en el cálido refugio de la biblio.
2. Para qué cornos intentar ser felices?Cataclismos varios y oscurantismos de distintos tonos casi todos ocres hacen que este mundo se vuelva un permanente dolor ahí desde el momento en que nos enchufamos a la tele, radio, compu, en fin, la vida social en sus distintas formas incluída aquella antigua llamada simplemente "reunión", donde uno se desasna de las novedades.
Y las pálidas vuelan. Y no siempre por capricho perverso de coquetear con el horror y el masoquismo. Las cosas no están bien en ningún lado y uno en algún momento debe salir de la pila de frazadas a enfrentar la realidad.
Tampoco lo estaban en los años 20, cuando salieron a la luz los musicales en el cine que osaban intentar ensanchar el arroyito de agua fresca, y menos en los 30 y así. Aún en un mundo convulsionado que arrancó de contramano el ya tan lejano (!!) siglo XX, existieron los Keaton, los Chaplin, los Laurel & Hardy. E'cir mexplico, los dark y los esperanzados, los nihilistas y los creyentes, todos tuvieron desde hace mucho tiempo su lugar bajo el sol (o escondidos de él en el caso de los dark). Ponele que algunos ahora se noten más coloridos y otros más pálidos y blanquinegros en sus tonos contrastantes de piel y pilcha.
Además de aquellos locos mencionados, también existieron Fred Astaire y Gene Kelly, entre otros capos de la danza cinética. Cuerpos en libertad, espíritus rebeldes que en el ímpetu del desenfreno del movimiento eran verdadera resistencia en tiempos de guerra y tristeza.
Al Fred lo dejamos para más adelante porque hoy, haciendo un nuevo giro en la programación del Ojo, nos entrometemos en la comedia musical trayendo la conspiración de felicidad más grande que haya dado el cine:
Cantando bajo la lluvia.3. Cuerpos en estado de graciaEl film se sitúa en 1927, donde el aún muy joven espectáculo cinematográfico sufre su primer salto tecnológico: el sonido. Don Lockwood (Kelly) acaba de pasar de ser un doble de riesgo a exitoso galán romántico. Pan comido agregarle su varonil voz. Claro que su compañera de rubro queda descolocada al tener una voz horrible, por lo cual deberá ser doblada por una aspirante que como tal, quiere llegar a mayores y para colmo, hace excelente pareja con Don. Con esta base, el tándem Kelly/Stanley Donen armó un homenaje sentido, vigoroso, imparable y divertido a quienes iniciaron el camino del cine en su etapa muda, y de paso a los primeros musicales que fueron sello distintivo del cine norteamericano primario. Y por siempre.
Tres para el show. O'Connor, Reynolds, Kelly: inmensos payasos en estado de gracia, cuerpos eléctricos y voces mágicas para darle el monumento definitivo al cine musical.
Cantando bajo la lluvia bien puede funcionar como ese disco o canción que necesitás como una aspirina para el dolor de balero, en el momento justo, cuando cae el bajón. Y que como tal debés tener a mano. Los instrumentos funcionales para esto son varios, pero el corazón es aquel maestro de la risa perenne que fue Gene Kelly. "Gene es el dinamismo y la alegría, la vida en su apogeo, la utopía de la eterna juventud y los sueños en marcha. Gene es la risa", define apropiadamente Eduardo Rojas en la revista El Amante Cine. En el film, los números musicales no van caprichosamente intercalados como en tantos musicales donde en determinado momento el actor comienza a cantar. Como nunca, están enhebrados en un artificio donde se encuentra el cine en su estado más puro.
Otros instrumentos de este monumento al buen humor es la incomparable Debbie Reynolds, símbolo de la comedia americana de los 50, excelente cantante y bailarina. Y para quien suscribe, con todo lo dicho sobre Kelly y demás, sobresale especialmente además un personaje que jamás tendrá su lugar en el parnaso de los bailarines como Astaire o Gene. Me refiero a Donald O'Connor, un payaso en estado de gracia incomparable que nos regala, en un momento en que quiere levantarle el ánimo a Don, un cuadro al borde del colapso hiperkinético llamado justamente "Make'em laugh" (Hacelos reír), que quienes gusten pueden chequear íntegro en este link h
ttp://www.youtube.com/watch?v=FW02c5UNGl0 , o en nuestro espacio de Facebook (A Ojo Yeno Cine Club). Y otra cima memorable por supuesto es la que da nombre al film, con GK chapoteando a gusto hasta que....un cana lo mira admonitoriamente y se acaba la felicidad. Todo un mensaje. Y las piernas de Cyd Charisse....para qué más palabras, basta la imagen siguiente, una de las definitivamente distintivas del cine musical de todos los tiempos.

Y violín en bolsa, invitamos a quien quiera a un atentado a la mueca decadente, a trocar el vino triste por el vino alegre que sabe mejor, a redescubrir un género que en esa década tuvo sus mejores exponentes y a sus ya maduros genios en pleno brillo y gracia. Y gracias a ellos.
Andrés del Pino
TRIVIA - A propósito del número central de Cantando bajo la lluvia, cuando lo filmó Kelly volaba de fiebre pero no quiso arruinar los preparativos. Eso sí, el memorable cuadro de la lluvia fue filmado en una sola toma y mayormente improvisado en su coreografía, tras lo cual GK se mandó rajando a la cama tranquilo.
- Algo similar sucedió con el extraordinario número "Make'em Laugh". Kelly le sugirió a O'Connor que haga dentro del número algo que hacía frecuentemente en su juventud de bailarín, que era dar una vuelta completa "caminando" por una pared y haciendo vuelta carnero describiendo un círculo completo. En esos tiempos, O'Connor fumaba la friolera de cuatro atados y tuvo que ser hospitalizado una semana luego de terminar de filmar el cuadro
- No todo fue tan feliz: cuenta la leyenda que Kelly era muy perfeccionista y que en este film bardeó de lo lindo a Debbie Reynolds y que Donald O'Connor estaba aterrorizado de cometer algún error. De hecho, la Reynolds aseguró alguna vez que dar a luz y trabajar en este film fueron las cosas que más le costaron en la vida.
- En 2007, el Instituto Americano de Cine designó este film en el puesto 5 en una lista de las mejores películas de todos los tiempos.