viernes, 5 de abril de 2013

El viejo manipulador ataca de nuevo

En A Ojo Yeno Cine Club, Los Pájaros (1963) de Alfred Hitchcock. Viernes 5 de abril de 2013 - 22 hs - libre y gratuito





La cosa es –más o menos- así. Equívoco o no tanto en la casa de mascotas. Miradas que se cruzan. El tipo que quería comprar unos agapornis (sí, es una clase de pájaros, las cosas que uno se viene a enterar) para regalarle a la hermanita. Ellos le llaman “lovebirds”, que suena más lindo. Se va desilusionado. La tipa, derretida por el galán (Rod Taylor, que se ganó el cielo en el cine protagonizando aquella hermosísima versión de La Máquina del Tiempo), le va a conseguir los agapornis sí o sí. Y hasta va a averiguar dónde vive y se los va a llevar. Un arrebato para romper su monótona soltería. Así es como la aventura empieza en la hasta ahí apacible y soleada Bodega Bay.

Más de diez años antes que Steven Spielberg resignificara para los 70 y la industria moderna (ya ávida de taquilla más que de arte) el cine clásico de aventuras sumergiéndolo en el terror con un tiburón gigante comiendo gente en una tranquila playa, Alfred Hitchcock seguía escapándole a la jubilación con un desafío tras otro a pesar de ya ser por varios cuerpos una leyenda y el definitivo maestro del suspenso. Y también apeló a los animales. Pero más que a la aventura, al drama psicológico-romántico emplumado y ensangrentado por un ataque de pájaros (cuervos y gaviotas, más precisamente) sin razón aparente y en ese pueblito costero donde la pareja central histeriquea de lo lindo sin necesidad de ponerse hot, cosa que en esos tiempos Hitchcock sugería permanentemente, viejo baboso. Para completar las recurrencias del gran director inglés, habrá una madre castradora de novela y una vieja noviecita que también terciará en la historia.


Y esos pájaros. Que en forma notable grafican el desprecio que don Alfred tenía por “nuestros amigos los verosimilistas”, como solía calificar a quienes van al cine para establecer un paralelo permanente con la realidad (ej.: “¡ehhhh cómo va a pasar eso! Es imposible!”, o los que cuentan los balazos para después jactarse que se dieron cuenta que fueron más de los que el tambor del revólver almacena). Esos pájaros. Andá a saber por qué aparecieron, por qué se rayan con los humanos, no aparece un científico ni un experto en comportamiento avícola para explicarlo. Era obvio que don Slavoj Zizek (a quien referimos cuando programamos Psicosis hace unos días) iba a encontrar sublimes interpretaciones psicológicas relacionadas al deseo, a los miedos y a las culpas, que como se sabe crean monstruos en cada uno y a hacerse cargo.

Alfred Hitchcock tuvo seguidores buenos y malos entre los cineastas de las décadas siguientes, pero afortunadamente más allá de citas y homenajes y afanos ninguno tomó este camino iniciado por Los Pájaros, dejándolo como un ejemplo sui generis de cine de suspenso, horror y cine catástrofe como cobertura de una historia de sentimientos reprimidos. 

Ah no, emmm, aparentemente se estaría preparando una remake. En fin.

Andrés del Pino
A Ojo Yeno Cine Club







martes, 19 de febrero de 2013

La aldea global y Elvis



Mystery Train (EEUU, 1989). Dir.: Jim Jarmusch
Viernes 22/2/2013 – 22 hs – CEPEA Libertad (Yrigoyen 1178)
Entrada libre y gratuita



El cine de Jim Jarmusch, entre otras, tiene la constancia de mezclar en un camino muchas veces a ninguna parte a gente desclasada de diversas procedencias, como justamente en procesión por la tierra prometida y nunca cumplida de América. Así por ejemplo, en Extraños en el paraíso (1984) es una adolescente húngara que visita a su primo americano, en Bajo el peso de la ley (1986) son italianos metidos insólitamente en un grupo de fugitivos de una prisión de Louisiana en una mezcla de film noir y comedia del absurdo, y en Ghost dog (1999) un afroamericano se aferra a la filosofía samurai en un ambiente dominado por la mafia italiana de Nueva Jersey.
Otro arrebato de crisol de razas fue Mystery Train en 1989, cuando luego de varios films de bajo presupuesto y blanco y negro como bandera Jarmusch tomó a un Memphis (colorido y casi detenido en el tiempo como si fuera un pueblito de western) como el centro del mundo y a Elvis como su ícono absoluto para contar tres historias cruzadas donde encontramos: una joven pareja de japoneses que llega en tren en búsqueda de los rastros del mito del Rey del rock, razón por la que visitarán Sun Records y recorrerán las calles a la búsqueda del mito, una mujer italiana en tránsito acompañando el ataúd conteniendo el cuerpo de su marido, y un inglés desempleado y alcohólico junto a sus dos amigos. De una forma u otra confluyen en un hotel destartalado en una Memphis fotografiada por Robby Muller (el de todas o casi todas las de Wim Wenders y las gloriosas blanco y negro anteriores de Jarmusch) con planos que e muchos casos recuerdan los dibujos de Edward Hopper. Todo un plus.
“Pero si se trata de un film de Jarmusch el sedentarismo queda de lado. Habrá trenes, autos, movimiento permanente, gente caminando mientras la cámara acompaña a través de travellings laterales, conversaciones supuestamente banales, tiempos muertos, silencios interrumpidos por palabras disonantes, expresados en voz baja, de manera tenue, susurrante. O acaso un disparo pueda actuar catalizador de otras historias, aquellas que vendrán más adelante en la filmografía del director, aferradas a otros viajes, tal vez menos originales que los de su primera y original trayectoria inicial como cineasta. Cool, claro”. (Gustavo Castagna, sitio web del Centro de Investigación Cinematográfica - www.cic.edu.ar)
Además de Muller hay muchos otros del casting de Mystery Train que ya venían con la tribu formada en anteriores films por este director independiente nacido en 1953: La música de John Lurie, Tom Waits y su voz en off como locutor radial, Nicoletta Braschi, Steve Buscemi y a la vez la convocatoria a músicos de blues negro como Screamin’ Jay Hawkins o Rufus Thomas para papeles de peso en la historia, además del ícono punk Joe Strummer, líder del grupo The Clash.

Andrés del Pino

A Ojo Yeno Cine Club